Y es que comerse una camarón queso, una de pino o de mariscos es irse a la segura, en lo rico, lo bueno y lo barato. Esto sumado a la vista que se recrea con la misma feria, con coloridos cajones de fruta y verduras, los pescados frescos y un almacén que debe tener más de 60 años y que es una maravilla de alimentos acumulados.
Dónde: Antonio Bellet casi llegando a Providencia
Imagino los olores y colores del mercado ...
ResponderEliminarCuando era niña, eran frecuentes nuestras visitas...
Por eso me gusta esta comuna... muchos árboles, rincones que descubrir y cosas antiguas...
Sí, tiene muchas cosas buenas :)
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