Siempre nos quejamos de que la ciudad no tiene suficientes áreas verdes y que es gris, aburrida, fome y todos sus sinónimos. Ayer, me tocó ir a conocer a los recién nacidos hijos de uno de mis primos, y esta era la vista al oriente de la Clínica Indisa. Sacando el exabrupto de la Torre de Santiago con sus 70 pisos, y mirando el vaso medio lleno, no podemos negar que estar rodeado de cerros tiene sus ventajas en belleza.
Imposible no dejar de mirar la torre del Mall Costanera.
ResponderEliminarDesde mi ventana, desde cualquier punto de la calle.
Estoy en línea directa.