Los pasos me llevaron hasta el Teatro Municipal (construido en 1857 por el arquitecto Francisco Brunet des Baines). La idea era recorrer una vez más los foyer y la sala de la capilla donde estaban tocando jazz, pero la larga fila me hizo cruzar la calle y entrar por primera vez al Palacio Subercaseux.
La construcción donde hoy funciona el Club de Oficiales la Fuerza Aérea y un banco, a principios del siglo XX fue el hogar de la familia del banquero Francisco Subercaseux Vicuña. El interior: una belleza de espejos y decoración barroca.
El siguiente destino, el Museo Nacional de Bellas Artes y en el camino de sorpresa, un carnavalito en la Plaza de El Corregidor, en el Barrio Esmeralda. Sonidos y colores del norte.
La música siguió en el Anfiteatro del Museo. Primero las cuecas de Los
Santiaguinos y luego la cumbia de la Sonora
Palacios Alegría desbordante de la banda de 14 músicos vestidos de naranjo brillante.
Para terminar la jornada patrimonialesca, un carro bomba de Bomberos a la salida del GAM. Voluntarios estaban
ofreciendo a los niños tirar agua con la manguera. Una postal diferente, que me
recordó la Pequeña Lulú.
El Palacio Subercaseaux puede ser visitado solo el día del patrimonio?
ResponderEliminar