El día de nuestro primer autotour siguió por el Barrio Bellavista y sus detalles, pero fue la historia de calle Loreto una de las que más nos llamó la atención. Resulta que esta tal Loreto fue Loreto Iñiguez de Ovalle, elegida reina de belleza en 1872 en un concurso organizado por el entonces intendente Benjamín Vicuña. La joven, hija de la escultora Rebeca Matte, debe haber tenido a varios enamorados que llegaban a suspirar cada vez que pasaban por "su" calle.
Luego se vino el toque religioso.
La primera parada fue la gótica Iglesia Santa Filomena, construida en 1892 y en cuyos vitrales se cuenta la historia de la Santa, una historia terriblemente trágica: por elegir servir a la Iglesia y negarse a casarse con el Emperador Diocleciano, es torturada, lanzada al mar con un ancla y finalmente degollada.
Cruzando la calle nos topamos con la Iglesia Ortodoxa San Jorge, a la que van muchos de los comerciantes paisanos del barrio Patronato. En el lugar, que data de 1917, nos explicaron amablemente algunas diferencias de este credo y el católico. Los fieles comulgan con pan y vino, no tienen estatuas si no que íconos en un mural que se llama iconostario, los casados pueden ser sacerdotes y a la hora del matrimonio, la pareja entra junta al altar, nada de eso de que el papá la lleve del brazo.
Ya llegando a Recoleta está la Iglesia Recoleta Franciscana, de estilo neoclásico, construida en 1850. Este lugar fue muy habitual para un hermano franciscano que se hizo mendigo para recaudar limosnas a la orden. Se trata del conocido Fray Andresito, cuya sangre se ha mantenido líquida desde su muerte en 1853 y que se muestra a sus seguidores los 14 de cada mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario