amosantiago: diciembre 2011

diciembre 31, 2011

Ultimo día de 2011

Para despedir el año qué mejor que recolectar las imágenes que me regaló Santiago este último día de 2011: paloma tomando aire en la rejilla del Metro / saludo graffitero del más allá / calzones amarillos para la suerte / claveles aromáticos cerca de la Vega chica/ Frutilla a $800 el kilo / la trenza amarilla de una abuela amorosa / un sapo transformado en príncipe / fuegos mágicos a medianoche
Y las que se me escaparon de la cámara: una pareja de la mano, cada uno en su bicicleta / búrbujas volando en la cocina /










diciembre 28, 2011

Cien palabras para Santiago

Una larga cola salía ayer del GAM. El intenso calor no impidió que cientos de personas fueran tras su libro Santiago en 100 palabras, que contiene una selección con los mejores cuentos del concurso de 2009 y 2010.
Así, mientras los actores Blanca Lewin y Héctor Morales recitaban los textos, la fila de personas esperaba su turno. Junto con la entrega también se abrió el plazo para la versión 2012. La fecha límite es el 29 de marzo, así que todos a ponerse a escribir. Hay muchas historias no contadas que andan dando vueltas por ahí.
Para inspirarse les dejo uno de los que me gustó:

EL INFELIZ
Era necio. Su creatividad se limitaba a la extracción de ideas en revistas extranjeras que compraba en el Persa. Se colgaba de sonrisas baratas. Hablaba fuerte para que lo vieran. Comía todos los viernes en ese lugar que no podía pagar y le molestaba hablar de política. Fumaba como carretonero, porque tenía la idea de que un hombre con vicios es más apuesto. No le gustaban las morenas ni las altas. Era alérgico al maní. Se paraba siempre algunos minutos en Irarrázaval con Pedro de Valdivia para tratar de fundirse entre la gente y quizás un día, quien sabe, desaparecer.
Katherina Steinmetz, 25 años.




diciembre 26, 2011

Un artista como pocos

He conocido a pocas personas como Luciano. De escasas palabras pero con una perseverancia a prueba de todo.
Tres veces por semana y a punta de tizas de colores dibuja y rediduja a una virgen con el niño Jesús en brazos a un costado de la Catedral, en plena Plaza de Armas.
Lleva así diez años, ilustrando en el atardecer a cambio de algunas monedas.  Me dice que lo pillé volando bajo, porque nunca habla de su arte. Sin dejar de colorear con sus dedos, me cuenta que también ha pintado caras mapuches para solidarizar con su causa.
Se declara un antisistémico. No tiene tele, ni celular, ni mail, ni computador y no le gusta el fútbol. Sólo le interesa lo artístico y la música. Quizás de ahí su desprendimiento... porque al día siguiente de su obra no queda nada, no hay ni un solo rastro. Es borrada por el caminar de los transeúntes o por el departamento de Aseo de la Muncipalidad. Pero él no se queja demasiado, sabe que son las reglas del trabajo en la calle.
Cuando lo miro asombrada por su poca frustración, me contesta tranquilamente: "pero si son como castillos en la arena" y sigue pintando.



diciembre 23, 2011

De vuelta en las pistas pascueras

Por estos días vemos Viejos Pascueros por todas partes. Están los con más parafernalia de los mall, el clásico de Plaza de Armas muriéndose de calor y varios más por Estación Central y otras galerías.
Caminando me topé con este dulce Viejito del portal Edwards. Se trata de don Leonardo Rivera, de 76 años, y quien recién este diciembre retomó su traje rojo para gritarle al mundo Feliz Navidad.
Y es que sus días de Viejo Pascuero comenzaron ya hace casi cuatro décadas cuando trabajaba como chofer de ambulancia de la Posta Central. Cada fin de año, durante 23 navidades, era el alma de la fiesta de los funcionarios. Sin embargo, cuando dejó de trabajar en el lugar también dejó colgado el abrigo y el sombrero de Santa. De ahí su felicidad por retormar su papel navideño, tocar la campanilla para llamar a Rudolph y escuchar los regalos que le piden los niños. Y es que se ríe mucho con los chicos. Tuvo ocho hijos y tiene tantos nietos que ni siquiera recuerda el número exacto.
Los pequeños se le acercan, le tiran la barba y siempre dicen que se han portado bien. Habrá que preguntarle a los papás para saber si es cierto.

Dónde: En el pasillo de Portal Edwards. Alameda 2702
Horarios: De 9.00 a 20.00 horas incluido el 24 de diciembre
Precios: La foto de 10 x 15: $2000 / La foto de 13 x 18: $2500

diciembre 21, 2011

Navidad en mimbre

La Florería Elisa en la esquina de Padre Mariano con Providencia lleva 47 años vendiendo rosas, claveles y una larga lista de hermosas flores, pero este 2011 es la primera vez que tiene disponible unos particulares árboles navideños. Se trata de formas circulares de mimbre que conforman un lindo cono para adornar la casa en estas fechas y esperar los regalos en Nochebuena.
"Los hace un artesano de Chimbarongo" relata Ludy Díaz, parte de la segunda generación familiar presente en el negocio.
Y es que el trabajo artesanal y dedicado se nota. Me cuenta, como bien recordamos todos, que en los 80 los árboles de moda eran los ganchos de los pinos, esos que dejaban un increíble aroma pero que después de unas semanas eran desalojados directo a la basura.
"Los árboles de mimbre son para esta generación light, que no tiene tiempo ni para poner adornos. Bastan unas luces y listo y duran para siempre" agrega la señora Ludy quien recomienda que el resto del año el arbolito se saque al jardín y se le plante una enredadera con flores y todo. Lástima que cuando llegue sólo le quedaba uno. Fueron éxito total. Yo me hubiese llevado feliz el más pequeño. Pero será para la otra Navidad.

Dónde: Florería Elisa, Padre Mariano con Providencia
Cuánto: Desde $15.000 el de 50 cm hasta 65.000 el más grande de 1.80 cm





diciembre 18, 2011

Regalos hechos con amor

Este fin de semana y el jueves y viernes previo a Navidad, Mercado Indie reúne a un grupo selecto de creadores artífices de objetos, bolsos y morrales para bicis, vestuario, libretas, zapatillas y bellas joyas textiles, todos posibles regalos para sorprender esta Navidad. Tomando distancia de los malls y el consumo de masas de estos días, esta feria viene a ser un oasis de imaginación y calidad. Yo me quedo con unos hermosísimos bolsos de Amor de verano y unas cajitas de fósforo ilustradas por La Quinta Para. Bellas.

Dónde: 17 y 18 / 22 y 23 de diciembre. Granaderos 1230, metro Manuel Montt. Providencia
Precios: Desde $500
Dato extra: Té helado gratis para palear el calor



diciembre 15, 2011

Como en la cocina de los amigos

Un diseñador/peluquero/maquillador. Y un artista/músico/barman. Felipe Rojas y Alejandro Romo son la dupla detrás de Gallo, la apuesta cool de las colaciones en el viejo Santiago.
A unas cuadras de La Vega Central, rodeados de cités, peluquerías de barrio y fuentes de soda, este local viene a ser un oasis gourmet, natural y accesible a todos los bolsillos.
El menú, que no se repite ni un sólo día en todo un mes, incluye platos caseros como charquicán con longaniza, porotos granados y hamburguesas de lenteja. Pero también tiene alternativas más especiales como quiches (entre ellos uno de espárragos con queso philadelphia), ratatouille con polenta, budines, tortillas y ricas ensaladas verdes de rúcula, berros, albahaca y lechuga. Platillos impensados por esos barrios. La gracia es que verduras y frutas son del día y la preparación está a la vista.
El almuerzo se disfruta. Los habitué del lugar se ponen al día con los anfitriones. "Llegan tristes, felices, nos cuentan sus cosas", detalla Alejandro, quien junto a Felipe saben regalonear a su  clientela.
Trabajadores de fábricas, mecánicos, taxistas y escolares del Liceo Ignacio Carrera Pinto agradecen los platillos naturales que marcan una distancia de los boliches acostumbrados.
Para hacer aún más amena la hora de tu colación, puedes llevar tu propio CD para compartir la música que más te guste y así combinar una rica comida con tu canción preferida. Lo más.

Dónde: Echeverría 959, Santiago
Precios: $1990 (Plato principal, ensalada, jugo natural natural y postre)
Horarios: De lunes a viernes de 12.00 a 16.00 horas








diciembre 13, 2011

Al rescate de los marcos

Marcos grandes y pequeños, con minuciosas tramas y dibujos hechos a mano en Francia, traídos por barco en tiempos del salitre, admirados en viejas casonas de la capital y hoy a la espera de renacer en manos de Fernando Guajardo. Uno de los tres restauradores de excelencia en todo Chile y que sabe lo que hace. Con paciencia sagrada ha trabajado los últimos 35 años recomponiendo y revalorando una a una piezas de madera con bellas molduras que han servido de soporte para óleos de diversos artistas, incluido Juan Francisco González y el mismísimo Rugendas.
Y es que todos saben que su trabajo es de primera. Tiendas de otras comunas toman pedido de restauraciones que él termina en su taller de calle Brasil. Con su ojo experto remueve pinturas, recrea piezas perdidas y deja como nuevos marcos del siglo pasado y antepasado, en un oficio que lleva ya tres generaciones en la familia y que él espera poder heredar a su hijo.
Un trabajo puede demorar de un par de días a un par de semanas, dependiendo del daño en las maderas. Pero el tiempo no importa demasiado. El tema es hacerlo bien. "En Francia la gente que hacía los marcos se dedicaba sólo a eso, y nadie los apuraba", señala mostrándome el pino oregón con el que fueron fabricados y que nada tiene que ver con las versiones en resina que hacen los chinos. "Jamás lo van a lograr", asegura respecto a la diferencia en la calidad. Y tiene razón. No hay punto de comparación entre los marcos a gran escala y estos que son dignos de ser catalogados como obras de arte.
Para prueba de ello, su esposa me acerca uno de los pocos que contienen algo dentro. En una página en blanco se lee una cita de Ortega y Gasset: "Viven los cuadros alojados en los marcos. Esa asociación de marco y cuadro no es accidental. El uno necesita del otro. Un cuadro sin marco tiene el aire de un hombre expoliado y desnudo".

Dónde: Brasil 1020, Santiago
Horarios: De 7.00 a 21.00 horas de lunes a lunes... Y es que don Fernando no para nunca.
Precios: Restauraciones de telas y marcos desde $30.000
Dato extra: Fíjense en el espejo enorme que está en una de las habitaciones de la entrada. Debe tener unos tres metros de ancho!










diciembre 10, 2011

Flotación interestelar

Algo muy loco me acaba de suceder en el MAC del Forestal. La experiencia sonora del Festival Zeppelin fue prácticamente un viaje a otra galaxia. Sin alucinógenos, ni ningún tipo de sustancia, estuve al otro lado del Universo...

Parecía una máquina demoledora de acero gigantesca, que arrasaba con rocas, piedras y lo que encontrara a su paso. Total destrucción y caos subterráneo. Todo se estaba convirtiendo en pedazos.
Luego silencio. Aprovecho el descanso de ese ser amenazador y escapo por cuevas submarinas y laberintos oscuros. Apenas diviso el camino. Al otro lado del túnel, veo destellos luminosos: es una nave intergaláctica.
Me escondo. De alguna manera logro subir. Se encienden los motores, siento el aire frío y un halo de fuego precede el despegue de una enorme mole metálica digna de Robotech. De ahí, en un cerrar de ojos, desaparecemos. Estamos en el centro del Universo. 
Hay oscuridad. Tengo miedo. Escucho a lo lejos las instrucciones que vienen desde la cabina de control. No entiendo una palabra. Sé que comenzó un viaje por el infinito y no estoy segura si podré regresar. 


Así fue. Abrí los ojos y no estaba en el centro del Universo si no que en el hall central del museo. Miro a la veintena de asistentes y puedo reconocer que dos o tres experimentaron el mismo enigmático viaje interestelar. Algo nunca antes visto.

Dónde: Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Parque Forestal
Qué: Festival de Arte Sonoro Zeppelin. Improvisación sonora simultánea que unió a Barcelona, Medellín, Córdoba y los músicos chilenos presentes en el museo.
Más info: Haz click en los videos, cierra los ojos y bienvenido a bordo.





diciembre 07, 2011

Cabezas de otras

Las caras de los maniquíes varían de tienda en tienda. Pero siempre, las que más me han llamado la atención son las que sirven para modelar pelucas.  Me gusta imaginar, que así como en un capítulo de Seinfeld, los fabricantes de esas cabezas se inspiraron en amores imposibles. Mujeres de miradas lejanas, de ojos grandes y pequeños, de bocas glamorosas que sirven de marco para distintos colores y cortes de pelo. Una misma cara que se repite cada cierto lugar, pero que muta de rubia a colorina, de morena a trigueña.
Sí hay algunas hasta que pareciera que te sonríen detrás de la vitrina.